Acostado boca abajo, casi dormido. Cansado
por lo largo de este día. El único ruido que habita esta casa es el de un
teclado que no cesa. La única luz que hace acto de presencia es la del
computador que esta frente a tu cara ya cansada también. Cada tanto dices
algunas palabras referentes a la canción que escuchas con tus audífonos, o como
queja por todo el trabajo que minutos después caerás en cuenta no vas a
terminar esta noche. Ya es tarde. Yo solo quiero que te acuestes a mi lado y te
duermas. Al menos unos minutos antes que el despertador suene. Al menos
mientras aun podemos. Al menos mientras estas, tal vez este sea nuestro último
domingo. Contigo nunca se sabe, conmigo ya no sé. Nunca estamos de acuerdo. En
lo único que estamos de acuerdo es en que discrepamos de todo. Si quiero saber
qué color podría gustarte solo debo pensar en el que a mí me disguste. Si
quiero saber que película podrías amar busco aquella que yo no pueda ni
terminar de ver. Cualquiera podría reír si esto último contara, pero no es un
chiste. Es la verdad. Tu eres colores pasteles y yo una paleta de grises. Tu
tan Pretty Woman y yo tan Memento. Odio las frases trilladas pero tu y yo somos
la mas cliché. Opuestos que se atraen. Personas que no tienen nada en común y
aun así tienen años conociéndose y llevándose bien. Somos arte abstracto y
difícil. Incomprensible, impredecible, inexplicable,
inconcebible, incognoscible, inescrutable, ilegible, sibilino poco común y
destacado. Somos un cuadro de Pollock, un hard-bop de Mingus, un poema de
Góngora, una escultura de Tasset, una película de Kubrick. Somos lluvia sin
nubes, un arcoíris de fuego, playa de agua dulce, nieve en agosto, un rio sin
piedras. Somos un conglomerado de contradicciones que llevan a un resultado
correcto. Somos una incongruencia con sentido. Sencillamente somos y seremos.
No puedo huir de eso. No puedo huir de ti.
Terminaste.
Ven.
Buenas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario