martes, 11 de abril de 2017


Acostado boca abajo, casi dormido. Cansado por lo largo de este día. El único ruido que habita esta casa es el de un teclado que no cesa. La única luz que hace acto de presencia es la del computador que esta frente a tu cara ya cansada también. Cada tanto dices algunas palabras referentes a la canción que escuchas con tus audífonos, o como queja por todo el trabajo que minutos después caerás en cuenta no vas a terminar esta noche. Ya es tarde. Yo solo quiero que te acuestes a mi lado y te duermas. Al menos unos minutos antes que el despertador suene. Al menos mientras aun podemos. Al menos mientras estas, tal vez este sea nuestro último domingo. Contigo nunca se sabe, conmigo ya no sé. Nunca estamos de acuerdo. En lo único que estamos de acuerdo es en que discrepamos de todo. Si quiero saber qué color podría gustarte solo debo pensar en el que a mí me disguste. Si quiero saber que película podrías amar busco aquella que yo no pueda ni terminar de ver. Cualquiera podría reír si esto último contara, pero no es un chiste. Es la verdad. Tu eres colores pasteles y yo una paleta de grises. Tu tan Pretty Woman y yo tan Memento. Odio las frases trilladas pero tu y yo somos la mas cliché. Opuestos que se atraen. Personas que no tienen nada en común y aun así tienen años conociéndose y llevándose bien. Somos arte abstracto y difícil. Incomprensible, impredecible, inexplicable, inconcebible, incognoscible, inescrutable, ilegible, sibilino poco común y destacado. Somos un cuadro de Pollock, un hard-bop de Mingus, un poema de Góngora, una escultura de Tasset, una película de Kubrick. Somos lluvia sin nubes, un arcoíris de fuego, playa de agua dulce, nieve en agosto, un rio sin piedras. Somos un conglomerado de contradicciones que llevan a un resultado correcto. Somos una incongruencia con sentido. Sencillamente somos y seremos. No puedo huir de eso. No puedo huir de ti.

Terminaste.


Ven. 

Buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario